El vibrante festival Vibra Mahou Fest aterrizó en Valencia el 11 de noviembre, convirtiendo La Marina en el epicentro de la música y la diversión. Desde la apertura a las 16:30 con Niña Polaca hasta el cierre a las 23:10 con Ladilla Rusa, el evento ofreció un día repleto de experiencias sonoras únicas.

La jornada comenzó con Niña Polaca, un artista que tuvo muchos seguidores fieles entre el público, marcando el tono para una sucesión de actuaciones electrizantes. La La Love You, Varry Brava, Sexy Zebras y Shego llevaron a los asistentes a través de un viaje musical ecléctico que abrazó desde el pop hasta el rock alternativo, creando un mosaico sonoro diverso.

Vibra Mahou Fest no fue solo un desfile de conciertos, sino una inmersión completa en la cultura musical. Entre las actuaciones, los DJ encendieron la pista con sus mezclas pulsantes, y el mercado urbano ofreció una paleta de creatividad y estilo con marcas innovadoras. Los talleres de maquillaje fueron un punto de encuentro para la expresión artística entre conciertos.

La oferta gastronómica fue una experiencia culinaria. Los food trucks ofrecieron desde tapas mediterráneas innovadoras hasta smash burgers y french tacos, satisfaciendo todos los gustos. Los amantes de la cerveza participaron en catas y talleres guiados por un beer sommelier, sumergiéndose en el mundo de las cervezas españolas de Mahou.

La diversión alcanzó su apogeo con una piscina de bolas, donde los asistentes se sumergieron en la alegría y tuvieron la oportunidad de ganar merchandising de Mahou. Este festival se destacó por su inclusividad, atrayendo a un público diverso, desde familias con niños hasta los más entusiastas seguidores de la música.

El atardecer sobre el puerto de Valencia añadió un toque mágico, creando un telón de fondo impresionante para la música en vivo. Vibra Mahou Fest no fue solo un evento musical, sino una celebración de la diversidad, la buena vibra y la conexión compartida a través de la música. Un día que quedará grabado en la memoria como una experiencia donde la alegría se fusionó con la música de manera inolvidable.

Escrito por: Iván Pospélov