Danza Invisible anunciaba el año pasado un nuevo tour por España, «Sin decir adiós», con el que pondrían punto y final a más de 40 años de trayectoria desde que nacieran en la Movida allá por los años 80. La primera parada elegida sería Alicante en el día 23 de marzo, más concretamente el festival ‘Noches Mágicas’ y su gala benéfica, que recauda en pro de varias asociaciones y ONGs de la provincia de la Costa Blanca.

No se llegaba a las 19:30 horas del sábado cuando Javier Ojeda, vocalista del grupo, hacía acto de presencia en el escenario y, acompañado por Chris Navas en el bajo, Manolo Rubio y Nando Hidalgo en la guitarra, Antonio Luis Gil como guitarra-teclista y Miguel Batum a la batería, comenzaba la actuación. Por delante esperaba una hora y media de puro show y energía.

Javier Ojeda interactúa con el público en una de las múltiples ocasiones en la que hizo lo propio | Hugo Izquierdo

Ante un recinto que rozaba el sold-out, Javier Ojeda supo dirigir en todo momento al público con la energía que tanto le caracteriza. Con grandes canciones del grupo como “Catalina”, “Reina del Caribe”, “A este lado de la carretera” o “Naturaleza Muerta”, y otras más guardadas para los verdaderos fans de la banda, como «Agua sin sueño», la banda se ganó a los espectadores. Además, para rematar los guiños hacia los asistentes, el vocalista se acordó de varias localidades de la provincia, como Tibi, Guardamar del Segura, Sant Vicent del Raspeig, Elx, Sant Joan d’Alacant…, reivindicó la presencia de los vinos de Alicante en restaurantes (recordemos que los vinos de Alicante cuentan con la etiqueta Denominación de Origen) y repitió en numerosas ocasiones el «viva Alacant» del himno de la ciudad.

Un Javier Ojeda entregado a su público encontró a un asistente especial entregado completamente a Danza Invisible. Se trataba de Luis Ivars, antiguo teclista de la banda y exmiembro, también, de Mediterráneo. Le hizo subir al escenario reconociendo su trayectoria a la vez que tarareaban la canción «Nº 1 en USA», uno de los éxitos del grupo alicantino.

Por último, y tras acabar con el cantante de la banda completamente descamisado, el grupo se iría para terminar volviendo. Quedaban los bises, las dos canciones más escuchadas de la banda: «Sabor de amor» y «El club del alcohol». Con ellas se acabaría el concierto y se despediría, para siempre, Danza Invisible de Alicante en la que fue una noche mágica.

Javier Ojeda acaba completamente descamisado para despedir a Danza Invisible de Alicante | Hugo Izquierdo

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